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¡Hola a todas! Y bienvenidas al podcast para psicólogas de “De psicólogas para psicólogas”, creado por Eunip. En el episodio de hoy, hablaremos sobre la evaluación del trauma y apego, acompañadas de Begoña Aznárez, Psicóloga y presidenta del Instituto para el Desarrollo y la Aplicación de EMDR (IDAE) y Presidenta de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (SEMPyP).
Os recordamos que este espacio se ha creado para poder cuidarnos y compartir conocimientos y experiencias en nuestra profesión. Además, aprovechamos para recordaros que podéis acceder al Máster en psicoterapia integradora de Eunip y a las formaciones que os proponemos.
A lo largo del episodio abordaremos las distintas técnicas de evaluación del trauma y apego en terapia.
¿Por qué es importante evaluar trauma y apego?
Las experiencias traumáticas o trauma psíquico, abarcan mucho y de forma muy intensa y amplia. En la primera edición del DSM, se creía que traumático es aquello excepcional que le ocurre a algunas personas una vez en la vida. Sin embargo, poco a poco nos hemos dado cuenta de que es un suceso normativo, sobre todo en lo relacionado con la infancia. Es decir, lo normal es vivir experiencias adversas, de elevado impacto emocional que generan huella en forma de herida emocional que nos condiciona.
Estas experiencias son frecuentes y se convierte en traumáticas porque se nos pide que las silenciemos, no hablemos de ellas, explicita o implícitamente. Por ello, es fundamental emplear una terapia basada en apego y trauma. De esta forma, no lo tenemos integrado como algo que condicione o repercuta en nuestra funcionalidad pero esta presente.
En población clínica el 100% aproximadamente, tiene una experiencia de elevada intensidad emocional, que no ha podido ser procesada, sino que esta completamente disociada, conviviendo con un elevado sufrimiento. Por ello es fundamental saber como preguntar y evaluar.
¿También es importante evaluar apego?
Con el apego sucede lo mismo, es estructural, nos desarrollamos en base a los vínculos con las personas de referencia. Bowlby hablaba sobre como han sido las interacciones en nuestros primeros minutos de vida, importantes para entender los esquemas y modelos con los que nos configuramos. Algunos mas funcionales y otros mas disfuncionales y desadaptativos que nos generan elevado malestar.
La evaluación es fundamental para trasladar la idea de «me interesa verte». Esa idea, es la que repara ese silencio que se ha vivido y que conlleva esconder las heridas que hemos tenido. En ocasiones, infravaloramos la importancia de la evaluación, enfocándonos en las técnicas de la intervención, pero en realidad, la evaluación implica poder ver a nuestros pacientes y todo lo que les conforma.
La evaluación es el 80% del proceso psicoterapéutico.
Begoña Aznárez
Hay que generar vínculo en la evaluación, no hacerse cómplices de miedos y silencios. Esto va permitiendo que los pacientes vayan haciendo Insights, recordando, integrando, para poder enfrentar los objetivos con criterio. Las técnicas son las que menos peso tienen respecto a la mejoría en el proceso terapéutico, sino que es el vínculo el que más repara.
En la evaluación de trauma y apego, podemos tener ese miedo de que la persona se pueda remover demasiado. Pero, los pacientes no son de cristal, no se rompen. Así, es fundamental entrar en la herida, para no hacernos cómplices de esos miedos y retraumatizar al paciente, dando el mensaje de poco poder y poca confianza. Basándonos en el vinculo, generando esa confianza, sabiendo que hacer puede estar seguro de estar en el lugar para sanarlo.
¿Qué es importante que tengamos en cuenta en la evaluación del trauma y apego?
Una de las principales cuestiones tiene que ver con que todos llevamos dentro 2 voces, una que esta al servicio de garantizar los vínculos y por lo tanto tiene mas miedo a hablar, que ha estado siempre supeditada al sistema y que puede poner en peligro el vínculo. «Mi familia no me va a querer».
Hay otra voz que esta deseando contar porque hay un sufrimiento elevado, y que contando, legitimando y evidenciando lo sucedido puede sanar. Normalizar este conflicto hace que los pacientes lo agradezcan.
Enlazándolo con la teoría del apego, el conflicto es el estado normal de las cosas, y esto es lo mas conflictivo, el experimentar el deseo de hablar y lo contrario. Por ello, poder evidenciar el conflicto entre estas dos voces es lo que mas tranquilidad genera a los pacientes.
Por otro lado, entender que ello implica disociación, que lo mas genuinamente asociado a la experiencia traumática es la disociación del yo. esto significa que la disociación, condiciona la situación y es parte de esa disfuncionalidad. Esta disociación esta relacionada con estas dos voces de nuestros pacientes.
De aquí pueden aparecer dos fobias, la fobia a la reexperimentación, que hay una parte que no quiere hablar, pero hay otra que si, y puede sabotearnos el proceso. Y luego la fobia entre partes, que pueden hacer que aparezca un conflicto evidente entre ellas.
Como profesional uno tiene que saber que sabe.
Begoña Aznárez
¿Qué es lo que evaluamos sobre trauma y apego?
En el caso de experiencias traumáticas vamos a medir y valorar, la distancia entre lo que tu paciente verbaliza respecto a sus situaciones mas traumáticas y las experiencias que el contexto manda silenciarlas, y que esa persona no las ha legitimado.
Posteriormente recoger una buena línea de vida y herramientas que permitan medir las experiencias traumáticas de su vida. Los vínculos son clave a la hora de construirnos y es imprescindible comprender como ha sido la experiencia vincular con sus figuras de apego de referencia.
El cuerpo lleva la cuenta de las experiencias
Begoña Aznárez
Es por ello, que es imprescindible, poder manejar herramientas de trabajo corporal para también poder dar un espacio al sentir de nuestros pacientes pero que hasta ahora no han podido verbalizar. Así vamos a poder legitimar lo que nuestros pacientes nos digan pero hay que preguntar todo para comprender su historia y poder darle explicación a los esquemas con los que las personas se desarrollan o las creencias limitantes que le han guiado.
Es fundamental evaluar disociación, hay pruebas psicométricas estandarizadas, es importante emplearlas pero también en nuestras preguntas poder preguntar y entender si ha aparecido en algún momento esa disociación.
Por ello en trauma, es necesario tener una formación que me permita adquirir un ojo clínico que me permita preguntar y saber darte cuenta que en el discurso ciertas cosas están relacionadas con la forma de vincularse. También una batería de pruebas para chequear disociación, así como una buena línea de vida.
El motivo de consulta casi nunca es el problema, es simplemente la verbalización o expresión de él, aunque realmente no es lo que te está haciendo sufrir. Por ello, lo que es trascedente es ver cual es el conflicto.
¿Cómo realizar la evaluación?
Para poder realizar una buena evaluación del trauma y apego, es fundamental hacer un buen genograma, para entender de donde ha ido recogiendo mandatos y lealtades. Es una herramienta imprescindible, igual que lo es la entrevista de apego adulto, ya que nos va a permitir que consolidemos las conclusiones.
Hay muchos pacientes que nos van a decir que de los primeros 10 años no recuerda nada, por ello no se puede ser rígido en la forma en que realizamos la intervención. Para cada persona hay que diseñar un proceso de evaluación e intervención. Así, hay que saber navegar por una serie de pruebas que se ajusten al paciente que acompañamos.
Tampoco debemos demonizar las herramientas y pruebas estandarizadas porque no olvidemos lo «sabido impensado». Es decir, que a pesar de que pensemos que no esta ahí la información, está guardada aunque a lo mejor de forma inconsciente. Realizando un ejercicio de mentalización, podemos hacer inferencias, y devolver lo que nosotros vemos o analizamos al respecto, generamos esa posibilidad en nuestros pacientes de poder expresar aquello que no nos hemos permitido verbalizar previamente.
De esta manera podemos darle sentido a la vida, resignificando la narrativa de lo vivido de nuestros pacientes. Completando esa narrativa, haciéndola coherente, vamos a poder hacerla eficaz, haciendo esa base sólida, a través de esa evaluación, de forma que cobra sentido todo lo vivido.