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Hola a todas! Y bienvenidas al podcast para psicólogas de “De psicólogas para psicólogas”, creado por Eunip. A lo largo del episodio de hoy hablaremos sobre disociación de la personalidad y estados del yo, acompañadas de Mónica Ahrendt, coordinadora del equipo de psicólogas de Somos Estupendas y parte del profesorado del Máster en psicoterapia integradora de EUNIP.
De la misma forma que en anteriores episodios del podcast, abordabamos el trabajo con trastornos de personalidad en terapia. A lo largo del episodio de hoy expondremos la importancia de comprender la disociación y los estados del yo, y cómo afrontarlos en terapia.
¿Qué entendemos por disociación?
La disociación es un proceso contrario a la integración, es una fragmentación de algunos de los procesos de nuestro funcionamiento normal. Cuando hablamos de disociacion nos referimos a cuando uno de los procesos, se fractura. La disociación no es un proceso patológico, todos podemos disociar en algún momento, y es un proceso adaptativo.
Si esta despersonalización o desconexión se intensifica, en frecuencia, intensidad o duración, si es mas potente, o si sucede una situación traumática, el cerebro para poder adaptarse, decide separar ese algo que yo no puedo manejar. Lo deja apartado, para poder manejarlo en otro momento. Cuando esto se consolida, es cuando hablamos de trastorno disociativo.
De esta forma, podemos ver que la disociación no esta siempre relacionado con la patología. Sino que, mas bien es un mecanismo de adaptación. Los trastornos disociativos pueden ser muy potentes y desreguladores, por lo que es importante que podamos diferenciarlo de ocasiones en las que sufro desconexiones, pudiendo ser un estado de desconexion.
Si bien es cierto, que la disociación es infradiagnosticada, porque no es evidente, pudiéndose disfrazar de otras patologías. También se puede deber a que algunos síntomas disociativos no se suelen relacionar con la disociación como ocurre con las situaciones de euforia.
La teoría de la disociación estructural, de Van der Hart, diferencia que es lo que se ha disociado, pudiendo ser estados emocionales pero también, la identidad. De esta forma, puede suceder que una persona este en un estado de ira porque el control ejecutivo del funcionamiento del sistema lo tenga la parte disociada. P.E. soy una persona muy tranquila, pero si me siento atacada y pierdo el control, me enfado mucho y te abofeteo.
Estas partes disociadas que controlan esos estímulos peritraumáticos, pueden hacer que la persona tenga perdidas de memoria que no son ordinarias. Por ejemplo, que no recuerde lo hablado en la sesión anterior. Es importante ver qué es lo que se ha disociado. Uno de los trastornos mas graves es cuando se disocia la identidad, dando lugar al trastorno disocial de la personalidad.
¿Qué son los estados del yo?
Los estados del yo los definiríamos como estados de personalidad. Es decir, un yo que se comporta diferente en función del entorno. Un estado del yo incluye partes sanas, y partes disociadas, e incluye distintas facetas de mi, teniendo la sensación de ser yo. Un estado disociado es lo que esta apartado, pero que también forma parte de los estados del yo.
En función de la teoría en la que nos basamos, existen diferentes estados. Cuando entiendo que tengo un estado con X necesidades, que busca X, puedo permitirme ver que yo no soy el problema, sino solo una parte de mi. Todos tenemos partes mas vulnerables, dañadas, e incluso en caso de haber vivido un trauma grande, partes disociadas.
Una de las definiciones de la disociación, es que hay cierta fobia o rechazo entre las partes. Poder poner distancia con esas partes, me permite poder ver que no soy yo, sino que solo es una parte de mi que se activa en ciertas situaciones.
¿Qué nos aporta este enfoque en psicoterapia?
Poder trabajar con estados del yo en psicoterapia nos permite no dejar de lado aspectos del paciente, todo lo aceptamos. Todos los procesos que han tenido una potencia adaptativa y son defensivos, tienen una función protectora para el paciente. Estos pueden ir en contra de la terapia, ya que puede haber una parte convencida de generar cambio y confiar, pero otra parte negativa hacia el terapeuta. Si no permito que esta parte se pueda expresar, no la voy a poder trabajar. De esta forma, aceptamos todas las partes del paciente y permitimos comprender todas las funcionalidades de cada parte.
También hay que tener en mente que no siempre podemos permitirnos mostrar las partes que no quieren ser vistas. No podemos abrir cajones de forma abrupta, sino al ritmo y la forma en que necesite nuestro paciente.
¿Qué síntomas disociativos podemos encontrar?
Para poder explorar si hay síntomas disociativos, en primer lugar tenemos que ver si hay algún tipo de trauma, sobre todo en la infancia. Y en caso de que no lo haya, si hay algún periodo del que no se acuerdan.
Otro indicador, es cuando alguien acude a consulta y tiene muchos diagnósticos diferentes, Esquizofrenia, TLP, Bipolaridad…
Otro indicador es si notas que al hablar de algo, la persona cambia de tema y te da la sensación de que hay cosas ocultas que no está pudiendo contarte. La idea es ir permitiendo ese espacio, sin evidenciarlo desde el inicio. Tenemos que ir viendo y señalando cosas positivas, mentalizando y regulando, de forma que a través del vínculo, la persona se pueda permitir exponer y hablar de aquellas partes que tiene mas ocultas y que le producen vergüenza o culpa.
El paciente pone el ritmo y yo necesito poner el rumbo.
Mónica Ahrendt
Hay pacientes que quieren trabajar el trauma desde el comienzo, pero luego no acuden a la terapia. Este puede ser otro ejemplo respecto a una posible disociación. Te dejamos el podcast en el que trabajamos la gestión de los abandonos en terapia.
En muchas ocasiones, la persona no se entiende, son partes inaccesibles para ella misma, que no quiere ver de sí misma. Por ello, aunque nosotros tengamos la idea, podemos dejarnos sorprender por parte de los pacientes.
Lo que hemos disociado es lo sabido impensado, es algo que su cuerpo sabe y una parte de la persona guarda. En el momento en el que puedan sentirse vistas, es ahí cuando tenemos que acompañar para que puedan sacarlo. Hay veces que es una sensación a la que necesitamos poder ponerle palabra, y puede ser algo mas complejo, porque no hay un relato que la acompañe.
¿Cómo trabajar con disociación en terapia?
Para poder trabajar la disociación hay que entender a la persona que llega a consulta, con mucha vulnerabilidad, con experiencias pasadas en las que lo ha pasado muy mal. Al fin y al cabo, el paciente es sagrado, y tengo que aceptar sus defensas porque le están protegiendo.
Como terapeuta tengo que entender que la disociación genera un sistema que es la mejor versión que puede conseguir para funcionar. Tengo que abrazar todo ello, a pesar de que haya partes que generen malestar, que me rechacen…
La persona necesita sus tiempos, tiene sus dificultades y como terapeutas no tenemos todas las respuestas y eso está bien. El que el paciente pueda hablar sobre aquellas partes ocultas requiere de mucha seguridad en el proceso de terapia.
Cuando la persona puede empezar a pedir espacios o poder postponer las sesiones, se debe a que el sistema puede volver a funcionar de forma autónoma.
Mónica Ahrendt
Te invitamos a que puedas acceder a la web del Máster en psicoterapia integradora de EUNIP, y apuntarte a las jornadas de psicología integradora, donde se abordarán las dudas respecto al Máster, formaciones en apego y donde se abordará la disociación y el trabajo de partes y estados del yo.
Muchas gracias por acompañarnos otro día más. Y gracias por acompañarnos en este proyecto que tiene el objetivo de hacer tribu y sentirnos vistas y acompañadas como profesionales de la Psicología. Enhorabuena por dedicaros tiempo a cuidaros.
¡Hasta el siguiente episodio!