Intervención en ruptura traumática

¡Hola a todas! Y bienvenidas a la segunda temporada al podcast para psicólogas de “psicólogas para psicólogas”, creado por Eunip. En el episodio de hoy hablaremos sobre intervención en ruptura traumática. Estaremos acompañadas de Paz de roda, psicóloga especializada en rupturas traumáticas

Además, queremos recordaros que ya tenemos la matrícula abierta para que puedas reservar tu plaza para la segunda edición del Máster de Psicoterapia Integradora. Así que si quieres formarte en psicoterapia integrativa no dudes en echarle un vistazo.

A lo largo del episodio de hoy hablaremos sobre qué entendemos por ruptura traumática, cómo podemos identificarla, cuales son las diferencias a la hora de intervenir y qué factores predisponentes hay.

¿Qué entendemos por ruptura traumática?

Para poder entender la relación que tiene esa ruptura traumática, necesitamos huir de clichés de dependencia emocional, centrados en el dejar ir. En muchas ocasiones, esa ruptura traumática no es liberadora o incluso facilitadora de un bienestar, sino que requieren de un proceso de duelo.

La ruptura traumática tiene características de estrés postraumático, y profunda desorganización del yo. Con síntomas cognitivos, conductual y fisiológico, con un abanico de síntomas muy amplio que afecta al día a día. Cuya duración puede tener de 1 o 2 años, siendo descriptivo de un duelo no transitado.

Tenemos que valorar que esa ruptura puede verse como algo muy traumático. Y en ocasiones, no ha sido acompañado como se necesitaba, llegando a ser retraumatizante al no verse esa devastación, ni ese malestar. El cuadro de la ruptura traumática es muy replicado, a pesar de que no se den las mismas condiciones sociales. Se suele entender que a los 2 o 3 meses se tiene que superar una ruptura, y a partir de aquí suele desaparecer esa comprensión o apoyo.

Por lo que, no conocer este cuadro, puede llevarnos a iatrogenizar ese cuadro, esa persona necesita pautas para protegerse, y como psicólogas tenemos que poder hacer que esa persona se sienta escuchada. Tenemos que evitar caer en esa indiferencia en la que ha caído el entorno, al no entender la situación.

Para la persona, suele haber elevado nivel de autoinculpación, por lo que tenemos que rescatar a la persona si se da la triada sinecuanum y normalizar esos síntomas que está experimentando. Como esa desorganización de los sistemas de respuesta se da y no se reconoce con lo que está viviendo, la persona se percibe asustada y sin control de sí misma.

Necesitamos explicar las fases de ese duelo, la explicación de esos síntomas como forma de podernos proteger, así como entender esos detonantes de la recaída.

¿De qué forma podemos identificar este tipo de ruptura?

Cuando la persona se mantiene en un proceso de profunda apatía, es importante valorar los 4 años previos, y ver si ha habido alguna ruptura. Ya que puede ser que haya un estado de anhedonia, pero igual puede ser algo residual. En los primeros meses después de la ruptura, hay una sorpresa, ya que la persona no esperaba la intensidad de esos síntomas, la frecuencia de sintomatología, sin momentos de calma. Pudiendo estar en tal estado de vulnerabilidad, que ha habido ocasiones en las que hayan sentido la posibilidad de no responder a sus demandas diarias.

A nivel cognitivo, se produce un pensamiento 24 horas relacionado con la ruptura, va a estar atrapada con el pensamiento. Y si esta distraída, es un pensamiento satélite, que siempre se mantiene, por las noches en forma de sueño o pesadilla.

Los 3 ejes de la ruptura traumática son; repasar constantemente la ruptura y todo lo que rodea a la relación; Además, valorar si la decisión es consumada o no, si ha conocido a alguien o no, es decir, en que momento vital y afectivo se encuentra mi pareja; Por ultimo, preguntarse porqué me ha dejado, y por qué en este momento y no en otro.

¿Qué la diferencia de otro tipo de ruptura?

Se emplean palabras como devastación, con un gran cambio en las emociones, pasando de la ira a la tristeza extrema. Es decir, expresando la incapacidad de sostener las emociones, ya que se perciben como muy intensas. Entre ellas, percibir una tristeza páramo, una tristeza que tiñe de desolación todo lo que rodea, llegando a sentirse culpable. A continuación, aparece la rabia, repartiendo responsabilidades. Por ultimo, llega el vacío existencial, siendo lo que suele prevalecer.

A nivel conductual aparece un elevado chequeo, de forma compulsiva, de todas las redes sociales de mi ex pareja y su entorno. También existe una evitación de ciertas cosas que me recuerdan a la ex pareja, o bien una hiperactividad que pueda ser catártica o no. A nivel conductual también pueden darse un elevado consumo de fármacos o una sexualidad excesiva. Además la persona suele tener hipofagia, siendo las pérdidas de peso masivas y somatizaciones.

En una segunda fase, identificamos esa hiperactivación. Además la persona encuentra el trabajo como esa vía de escape, que le permite estar en una urna de protección. Necesitando hablar de forma reiterada sobre lo sucedido.

¿Qué factores pueden predisponer que una ruptura sea traumática?

Además de poder evaluar el trauma y apego, también es importante la falta de información, o de control al no tener toda la información que se considera necesaria. También se puede predisponer hasta el punto en el que nadie es inmune a ella.

Hay 3 factores sinecuanum, que se dan repetidos en una ruptura traumática:

  • Que haya sentimientos activos en la relación.
  • Que hubiese proyectos de futuro, es decir, que hubiera una continuidad en el tiempo. En ocasiones, como una huida hacia delante pero que llega a un punto en el que no quiere mantenerse.
  • Que sea imprevisible y abrupta. Sintiendo una indefensión aprendida que me hace no entenderlo.

Algunas variables que influyen a que se recrudezca la ruptura pueden ser la infidelidad, la forma en que se finaliza la relación, los recursos de afrontamiento interno y externo.

Uno de los aspectos que pueden ser protectores es el haber sufrido una ruptura traumática previamente. Todo ello tiene que ver con el locus de control en el que lo coloquemos.

Los trastornos de personalidad, o la dependencia emocional no tienen porque ir vinculada con una ruptura traumática. Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que todas las personas aunque no sean dependientes en la relación, si que pueden experienciar esa ruptura traumática.

¿Cómo hacer una intervención en el caso de una ruptura traumática?

Con cada persona tendremos que trabajar aquello que se ajuste mas a la ruptura de las personas. Es decir, si es una ruptura liberadora, solo acompañar en que esa liberación no sea desmedida. En cambio en una ruptura traumática, habrá que tener un abordaje de trauma, que a lo mejor desde la terapia cognitivo conductual no se puede realizar.

Así, desde esa perspectiva de psicoterapia integrativa, pondremos en marcha otros paradigmas que nos nutran para poder acompañar a la persona en la reconstrucción de sus características vitales. Por ello, tener en cuenta la exploración de ese sistema de apego y formas de vinculación, puede ser importante a la hora de tener en cuenta las heridas del pasado que pueden estar influyendo en el abandono o rechazo actual.

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Psicóloga General Sanitaria especializada en Trauma y Adicciones. Desde la seguridad del vínculo terapéutico nos podemos permitir mirar hacia nuestro interior, conectar con nuestras emociones y así poder entender al mundo y a nosotros mismos.

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