Terapia Gestalt: Qué es y en qué consiste

Cuando hablamos sobre la terapia Gestalt, nos referimos a una forma de psicoterapia centrada en la experiencia del individuo en el momento presente y en la relación entre el terapeuta y paciente. Así, la Gestalt se refiere a la idea de que el todo es más que la suma de sus partes. De esta manera, se entiende que las personas deben ser comprendidas en su totalidad y no solo por los síntomas que presentan, o por las dificultades de forma aislada.

A lo largo de este artículo vamos a explicar en qué consiste la terapia Gestalt, algunos ejercicios de este tipo de terapia, y pros y contra de la Gestalt.

¿Qué es la terapia Gestalt?

La terapia Gestalt es una forma de psicoterapia que al contrario del psicoanálisis, se centra en la experiencia del momento presente y en el contexto en el que se desarrolla.

La terapia Gestalt fue desarrollada por Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman en 1940. Escogieron la palabra alemana «Gestalt», cuyo significado se traduce como forma o configuración. Así, dicha terapia se basa en que las personas perciben las experiencias de forma global y completa y no como fragmentos aislados. Además, establecen que los seres humanos somos individualmente capaces de autorregularnos y resolver nuestros propios problemas. Pero que para ello, es necesario desarrollar esa autoconsciencia.

La terapia Gestalt hace énfasis en la responsabilidad individual. Siendo el objetivo primero el acompañamiento y ayuda para el desarrollo de una mayor comprensión de sí mismos y sus necesidades. De forma que las personas aprendan a aceptar y valorar sus experiencias y emociones para poder desarrollar una vida plena.

Terapia Gestalt

¿En qué consiste la terapia Gestalt?

Como explicábamos, la terapia Gestalt se centra en el aquí y ahora. Es decir, en cómo los individuos experimentan el presente, en lugar de abordar las situaciones del pasado o futuro. De esta manera, los psicoterapeutas que están especializados en Gestalt fomentan la autoconciencia.

Para ello, ayudaremos a los pacientes a reconocer sus emociones, comportamientos y pensamientos en el momento presente. Este enfoque puede ayudar a comprender los patrones relacionales y de comportamiento.

Uno de los aspectos fundamentales de la terapia Gestalt es el concepto de «contacto«. Este se refiere a la interacción genuina y auténtica con los demás y con el entorno. Así, la terapia busca mejorar la capacidad de establecer y mantener una interacción saludable, lo cual es esencial para el bienestar emocional. La terapia Gestalt se basa en varios principios fundamentales que guían su práctica. Estos incluyen:

  1. Enfoque en el aquí y ahora: Se centra en el momento presente. Los terapeutas fomentan la experimentación y abordaje de las emociones y pensamientos actuales, ya que es lo único que podemos cambiar.
  2. Percepción propia: Este enfoque se centra en la percepción subjetiva de la realidad. Así se busca entender cómo los pacientes experimentan el mundo e interpretan sus propias experiencias.
  3. Responsabilidad individual: La terapia Gestalt enfatiza la importancia de que los individuos asuman la responsabilidad de sus propias acciones, pensamientos y sentimientos.
  4. Darse cuenta: El objetivo principal es aumentar la conciencia individual. Para así aumentar la comprensión de sus propias emociones, comportamientos y pensamientos.
  5. El ciclo de la experiencia: Esta terapia explica el proceso de cubrir necesidades a través de las siguientes etapas; la sensación, la conciencia, la movilización de energía, la acción, el contacto y la retirada.

Terapia Gestalt ejercicios

La terapia Gestalt propone múltiples ejercicios, diseñados para ayudar a los pacientes a aumentar su autoconocimiento, tanto a nivel de pensamiento, como de emociones. Algunas de las técnicas en la terapia Gestalt son la arteterapia y el teatro terapia.

Arteterapia Gestalt

En la terapia Gestalt se pueden emplear ejercicios de arteterapia. En ellos se utiliza distintas formas de expresión artística para identificar y expresar emociones y experiencias individuales. Así, permitimos a las personas conectar con partes de sí mismos que no resultan accesibles mediante el lenguaje. Algunas de las técnicas de arteterapia Gestalt incluyen:

  1. Dibujo y pintura: Los pacientes expresan emociones y pensamientos a través del dibujo, color, pintura o acuarela. Siendo este un proceso creativo de expresión de la experiencia interna de la persona, así como un proceso de autoconocimiento.
  2. Escultura y modelado: Trabajar con materiales como arcilla puede ayudar a los clientes a explorar sus emociones de manera tangible. El acto de moldear y dar forma a materiales físicos puede ser una poderosa metáfora de dar forma y entender las propias experiencias internas.
  3. Collage: Crear collages con imágenes, palabras y materiales diversos permite a los clientes construir una representación visual de sus sentimientos y pensamientos. Este proceso puede ayudar a integrar y hacer sentido de experiencias fragmentadas.

Teatro terapia Gestalt

Otra de las estrategias que se pueden emplear es el uso de técnicas teatrales y dramáticas. Este enfoque se puede emplear como forma de expresión corporal de emociones y es muy útil para personas con dificultades de expresión emocional a través del diálogo. Algunas de las técnicas de dramatización que se pueden emplear son:

  • Role-playing: En ellos se asumen e interpretan distintos roles para explorar aspectos individuales y de las relaciones con otros. Así podremos permitir experimentar diferentes perspectivas desde donde comprender sus propias dinámicas internas.
  • Silla vacía: En esta técnica, se propone a los pacientes hablar con una silla vacía, en un ejercicio proyectivo de conversar con una parte de sí mismos u otra persona.
  • Escenas improvisadas: Los pacientes desarrollan escenas representativas de situaciones de su vida, sueños, conflictos, deseos. En la que se puedan reflejar emociones y dinámicas desde distintas perspectivas, en un entorno seguro.
  • Representación de roles: Esta técnica nos permite representar situaciones o relaciones facilitando el abordaje de distintas perspectivas sobre sus problemas y encontrar nuevas formas de abordar situaciones difíciles.

Pros y contras de la terapia Gestalt

Como cualquier enfoque terapéutico, la terapia Gestalt tiene sus ventajas y desventajas. A continuación, se presentan algunos de los pros y contras más destacados.

Pros de la terapia Gestalt

  1. Fomento del autoconocimiento: La terapia Gestalt ayuda a desarrollar una mayor comprensión de uno mismo y las experiencias.
  2. Enfoque en el momento presente: Al centrarse en el aquí y ahora, permite a las personas abordar y resolver problemas actuales. De forma que permita generar cambios más inmediatos y efectivos a corto plazo.
  3. Responsabilidad individual: La Gestalt enfatiza la importancia de asumir la responsabilidad de las propias acciones y sentimientos.
  4. Relación terapeuta-paciente: Se valora la relación genuina entre el psicólogo y el paciente, lo que puede proporcionar un entorno de seguridad y confianza.
  5. Flexibilidad: La terapia Gestalt utiliza distintas técnicas y enfoques igual que la psicoterapia integrativa. Lo que permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada persona.
  6. Creatividad: Las técnicas de la terapia Gestalt son flexibles y creativas. Pudiendo adaptarlas a las necesidades específicas de cada paciente.

Contras de la terapia Gestalt

  1. Intensidad emocional: Este tipo de terapia puede ser emocionalmente intensa. Esto se debe a que promueve la confrontación, así como experimentación de las emociones.
  2. Enfoque limitado en el pasado: Como la terapia Gestalt se centra en el presente, muchas personas necesitan abordar y reprocesar situaciones pasadas.
  3. Requiere un alto grado de autoconciencia: Esta terapia depende de la capacidad de la persona de tomar consciencia de sus emociones y pensamientos. Por lo que para personas con dificultad de conexión emocional puede resultar complejo.
  4. No es adecuada para todos: La terapia Gestalt puede no ser adecuada para personas trastornos psicóticos o algún tipo de trastorno de la personalidad, para los que otras terapias como la cognitivo conductual sí que son de utilidad. Esto se debe a que puede no ser suficiente para abordar sus necesidades terapéuticas.
  5. Dependencia de la relación terapéutica: La efectividad depende en gran medida del vínculo entre el terapeuta y el cliente. Si esta relación no es sólida, el proceso terapéutico puede no ser tan beneficioso.

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Psicóloga General Sanitaria especializada en Trauma y Adicciones. Desde la seguridad del vínculo terapéutico nos podemos permitir mirar hacia nuestro interior, conectar con nuestras emociones y así poder entender al mundo y a nosotros mismos.

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