Saber cómo dar malas noticias es una de las tareas más complicadas que tenemos los profesionales sanitarios, tanto médicos como psicólogos. Implica tener que exponernos a ver el dolor desgarrador de la persona y a ver el impacto que puede generar en la vida de la persona, marcando un antes y un después.
Trasladar malas noticias implica una profunda sensibilidad emocional, por lo que la forma en que trasladamos estas noticias es fundamental para cuidar la relación terapéutica que tenemos con el paciente. Tanto por el bienestar del paciente como por la capacidad para procesar y aceptar lo que sucede.
A lo largo de este artículo, vamos a explorar cómo dar malas noticias y cuál es el protocolo Buckman para poder dar malas noticias y cómo emplearlo.
¿Cómo dar una mala noticia?
Para poder dar malas noticias, la empatía es imprescindible porque necesitamos entender como se siente y se encuentra la persona a la que se la vamos a comunicar. De esta forma entenderemos también cómo vive la situación. Dar una mala noticia, implica numerosas emociones que como profesionales necesitamos sostener. Y que, por lo tanto requiere de habilidades de comunicación, escucha activa y comunicación no verbal cercana. Necesitamos que se den estas características que nos permitan identificar cómo se encuentra la persona que va a recibir el mensaje y adaptarnos a las necesidades que pueda tener para poder transitar el duelo en terapia o fuera de ella.
A la hora de dar una mala noticia, es importante preparar tanto el entorno como el momento para poder darla. Es decir, tenemos que elegir un lugar privado, donde la persona se pueda sentir tranquila y acompañada. Además, nuestra comunicación verbal tiene que ser tranquila, con una postura cercana y de seguridad. Respecto a las palabras que empleemos deben ser desde la compasión, sinceridad y sobre todo sin tecnicismos, ni palabras deshumanizadas.
No olvidemos que necesitamos que la persona comprenda lo que está sucediendo para que pueda empezar a integrarlo. Todo ello recogiendo las reacciones emocionales que puedan surgir, de forma que perciba ese acompañamiento en cada paso del proceso.
Comunicación de malas noticias en psicología
Como dar malas noticias en psicología puede darse de muchas formas. Puede ir desde un diagnóstico que aceptar, hasta la gestión de las expectativas que se pueda tener respecto a un proceso terapéutico.
Desde una perspectiva integradora, como la que empleamos en el máster en psicoterapia integradora, en lugar de centrarnos solo en el mensaje que estamos trasladando, buscamos crear un espacio en el que se tenga en cuenta la emoción y la vulnerabilidad del ser humano.
Desde la terapia de aceptación y compromiso, realizaremos un trabajo con el paciente para poder integrar y aceptar esa noticia. Por ello, es importante no solo preparar el terreno para poder hablar, sino también adaptar la conversación a las circunstancias y características del paciente.
De esta forma, a lo largo de la sesión, es importante validar las emociones sean cuales sean, sin olvidar que validar no significa solucionar el dolor, pero sí ofrecer un sostén emocional y de seguridad al paciente.
¿Cómo dar una mala noticia a un paciente?
Cuando tenemos que enfrentarnos a dar malas noticias a un paciente, siempre debemos hacerlo desde la honestidad y sensibilidad. Entendiendo también como pueden impactar las reacciones y emociones de nuestros pacientes en nosotras. No olvidemos que cada paciente reacciona de una forma diferente y esto también impacta en nosotras como personas.
Algunas de las respuestas que solemos encontrar:
- Permanecer en silencio sin responder, ni decir nada.
- Llorar de forma desconsolada mientras se niega.
- Reaccionar desde el enfado o la rabia.
Ante todas estas respuestas, nuestra función siempre es poder sostener emocionalmente, sin ofrecer soluciones inmediatas, sin limitar la emoción, simplemente acompañando. Por ello, es importante estar preparada para poder sostener cualquier tipo de reacción.
Al final es fundamental poder ofrecer desde la calma un plan de acción claro tras dar malas noticias. De forma que podamos hacerles saber que hay estrategias que puede poner en marcha para poder gestionar su duelo, facilitar su expresión emocional, con ejercicios de arteterapia o reducir la incertidumbre.
Protocolo Buckman: ¿Qué es?
El protocolo Buckman es un modelo que se ha desarrollado por el oncólogo Robert Buckman con el objetivo de poder dar malas noticias. Buckman percibió la necesidad de poder facilitar una guía clara a profesionales que como él, tenían que trasladar malas noticias de forma habitual.
A lo largo del protocolo, se expone cómo abordar la entrega de información negativa o impactante, de forma efectiva y cuidada con el paciente. Así, reduciremos el impacto emocional y facilitaremos el diálogo compasivo y cercano entre el profesional y el paciente.
Este protocolo consta de 6 fases, que no solo cubren la conversación, sino que se desarrollan desde la preparación del profesional y del espacio hasta el seguimiento posterior. De esta forma, a lo largo del protocolo se asegurará que el paciente reciba la noticia con la máxima empatía posible.
Las 6 etapas de Buckman
El protocolo Buckman se organiza en 6 etapas, que están diseñadas para poder dar malas noticias desde una perspectiva cuidada, respetuosa y estructurada.
Preparar el entorno
El primer paso, como comentábamos es asegurar que el entorno sea adecuado, tranquilo, y seguro para poder generar la conversación. Es decir, tenemos que generar un espacio privado, que garantice que no haya interrupciones para poder centrarnos en la conversación. Además, tenemos que poder prepararnos emocionalmente para poder sostener al paciente.
Evaluar el conocimiento del paciente
Antes de poder dar la noticia, es importante poder conocer las características y condicionantes de la persona. De esta manera, podremos ajustar nuestra forma de hablar, los detalles que le damos o la forma de acercarnos físicamente.
Pedir permiso para dar la noticia
En esta etapa, tenemos que preparar al paciente para poder recibir la información que queremos trasladarles. Para ello, necesitamos plantear preguntas como «¿Te parece bien que hablemos ahora?», «me gustaría comentarte algo sobre el proceso de terapia, ¿Quieres que lo comentemos?». Sobre todo para que nuestros pacientes sientan control sobre el proceso de asimilación de terapia.
Dar la noticia de forma clara y directa
El momento que elegimos es muy importante a la hora de dar malas noticias. Así, el mensaje tiene que ser claro y directo, sin utilizar tecnicismos, ni palabras minimizadoras que puedan confundir al paciente. Pero siempre desde un punto compasivo y cuidador.
Explorar las emociones del paciente
Después de recibir la noticia, los pacientes pueden experimentar muchas emociones y respuestas muy diferentes como las que comentábamos, que van desde el llanto hasta la negación. Por ello, como profesionales debemos estar preparados para manejar dichas reacciones y ofrecer un acompañamiento y sostén emocional adecuado.
Ofrecer un plan de acción y un seguimiento
El protocolo sugiere que en el último paso ofrezcamos al paciente un plan de tratamiento o de abordaje, como la terapia mindfulness, que pueda permitirle reducir la incertidumbre y aumentar la percepción de control y de avance en el corto y medio plazo. También establece el seguimiento como algo que debería de producirse tras la noticia.
Fuentes:
- La comunicación de malas noticias en el contexto clínico (2014) en Revista Médica de Chile. https://scielo.conicyt.cl/pdf/rmc/v142n10/art11.pdf
- Habilidades de comunicación profesional: Cómo dar malas noticias (2018) en Universidad Oberta de Catalunya. https://openaccess.uoc.edu/bitstream/10609/142546/1/Habilidades%20de%20comunicaci%C3%B3n%20profesional_M%C3%B3dulo%20did%C3%A1ctico%202_C%C3%B3mo%20dar%20malas%20noticias.pdf
- Comunicando malas noticias en Medicina: recomendaciones para hacer de la necesidad virtud (2006) Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias. Hospital General de la Defensa San Carlos https://www.medintensiva.org/es-comunicando-malas-noticias-medicina-recomendaciones-articulo-13096531