En nuestro desarrollo como profesionales de la psicología, podemos encontrarnos algunos miedos e inseguridades de una terapeuta, como es el poder definir bien qué trastorno tenemos delante para poder ofrecer una intervención adecuada, siempre teniendo en cuenta que creemos en un modo integrativo de intervención, y que el diagnóstico no es suficiente para adecuar nuestro espacio y herramientas psicoterapéuticas.
En este artículo vamos a intentar solucionar la confusión entre el autismo y el retraso madurativo, entendiendo las diferencias entre estos dos trastornos.
¿Qué es el retraso madurativo?
El retraso madurativo no implica necesariamente que exista un trastorno del neurodesarrollo, o una discapacidad, sino que se refiera a una evolución más lenta en el niño, que no corresponde a su edad cronológica, en cuanto a hitos de desarrollo esperados se refiere, pudiendo conseguirlos más adelante alcanzando su pleno potencial, por el contrario, en los trastornos del desarrollo se manifiestan deficiencias persistentes que no se solventan con el tiempo.
Un niño con retraso madurativo puede manifestar este desarrollo más lento en una única o varias áreas, y existen múltiples manifestaciones, tales como la dificultad en habilidades motoras gruesas, finas, la capacidad del lenguaje, el desarrollo emocional y social, el ritmo del desarrollo individual si es comparado con otros niños. En algunos casos se precisa una intervención intensiva y persistente a lo largo del tiempo, aunque en la mayoría de los casos no es necesaria una intervención especializada.
En muchos casos no hay una causa específica que dé origen al retraso madurativo, pero sí se conocen factores concretos que pueden influir, entre ellos los factores genéticos, factores ambientales, factores físicos o de salud, y/o variabilidad individual.
El retraso madurativo en adultos
En los adultos se hace referencia a la gravedad del retraso madurativo según el modo en que se presentan las dificultades en las diferentes áreas vitales, atendiendo al desarrollo o madurez emocional, la impulsividad o dependencia emocional, toma de decisiones y resolución de problemas, interacciones sociales inmaduras, dificultades en relaciones interpersonales, pueden ser personas que no alcanzan los niveles de independencia que se espera para su edad (gestión de horarios, responsabilidades, comunicación, adquirir roles de liderazgo o tomar decisiones diarias sin ayuda de otro), además pueden ser personas sin vínculos estables ni maduros.
No podemos hablar de una causa específica y concreta pero sí de diversos factores. Un retraso que comenzó en la niñez y no han logrado el desarrollo adecuado, factores psicológicos o emocionales, falta de apoyo o condiciones adversas en la infancia (abuso, negligencia o ambiente familiar inestable), falta de modelos adecuados o de aprendizaje social a lo largo de su vida, condiciones de salud mental y la no intervención correcta pueden complicar el funcionamiento social y emocional adecuado.
El diagnóstico puede ser difícil y a veces no estar claro, y es necesaria una evaluación psicológica y neuropsicológica para identificar posibles déficits cognitivos, habilidades sociales y otras áreas de funcionamiento.
El autismo en la edad adulta
Las personas adultas con autismo han podido desarrollar ciertas habilidades para adaptarse a las expectativas sociales y superar desafíos, pero continúan con ciertas dificultades inherentes al trastorno.
Algunas de características son las dificultades sociales principalmente aquellas necesarias para interpretar el lenguaje no verbal, y pueden aparecer dificultades para iniciar y mantener conversaciones, e interpretar señales y normas sociales de cortesía.
Por ejemplo, las interacciones íntimas de amistad o románticas pueden ser para ellos abrumadoras o muy desconcertantes, por otro lado, los intereses y rutinas suelen ser restringidas, los comportamientos repetitivos también son comunes, sobre todo en momentos de estrés. Otra característica es la sensibilidad sensorial aumentada o disminuida.
Además, las condiciones de los adultos con autismo, pueden dar lugar a problemas emocionales y de salud mental, siendo comunes la ansiedad social y la depresión.
Es común que hoy en día, que los adultos con autismo no sean diagnosticados hasta que se les presentan dificultades en la vida que los llevan a buscar ayuda profesional.
Diferencias entre autismo y retraso madurativo
La confusión entre el autismo y el retraso madurativo es normal, pero son dos conceptos diferentes, aunque pueden compartir algunas características, como el retraso en el desarrollo de ciertas habilidades. Para entenderlo mejor definimos las diferencias según distintas áreas:
– Definición: Autismo(Trastorno del Espectro Autista – TEA): Trastorno del neurodesarrollo que afecta principalmente la comunicación, la interacción social y el comportamiento, siendo sus principales dificultades la comprensión de las normas sociales, el establecimiento de relaciones y la comunicación efectiva, además se dan patrones de comportamiento repetitivos y/o intereses restringidos.
El retraso madurativo hace referencia a un retraso general en el desarrollo de las habilidades cognitivas, motoras, del lenguaje o socioemocionales siempre en comparación con los hitos de desarrollo de los niños de la misma edad(o de adultos según evolución).
– Causas: Autismo puede tener una base genética y factores relacionados con el ambiente, el retraso madurativo puede tener su origen en factores genéticos, ambientales, o de experiencia vital en el desarrollo, pero no necesariamente con una condición neurobiológica, recordemos que las personas con retraso madurativo pueden ponerse al día con su desarrollo con el tiempo, y con el apoyo adecuado.
– Diagnóstico: Autismo se realiza mediante evaluación clínica que incluye observación, entrevistas con los familiares y profesionales educativos, teniendo en cuenta que es un trastorno de por vida, y sobre todo que es un trastorno neurobiológico que influye en la manera en que el cerebro procesa la información y responde a estímulos.
La evolución en el caso de retraso madurativo va acompañado generalmente de un alcance del ritmo acorde a la edad, aunque pueden acompañar ciertas dificultades hasta la vida adulta, y no existe una diferencia a nivel cerebral (neurobiológica).
Terapia para el retraso madurativo
La intervención depende de las áreas afectadas, pero podríamos decir que los beneficios generales son, la mejora en la calidad de vida (funcionamiento emocional, social y laboral, mejorar el bienestar general), autoestima y autoconocimiento, favorecer la adaptación (cambios vitales, manejo emocional y resolución de problemas), desarrollo de una mayor independencia (nuevas habilidades y estrategias de afrontamiento de manera independiente).
Se puede intervenir desde:
- Terapia cognitivo conductual: Identifica patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales y reemplazarlos por otros más adaptativos, así como entrenamiento en habilidades sociales.
- Terapia de aceptación y compromiso: Busca la aceptación de las propias limitaciones.
- Terapia familiar desde un enfoque sistémico: Comprende las dificultades que enfrenta el individuo, cómo apoyar y mejorar la dinámica familiar.
- Terapia emocional: Transforma la experiencia emocional para hacerla provechosa (un ejemplo es la terapia con muñecos).
- Terapia de apoyo psicoeducativo con otros profesionales.
- Mindfulness y atención plena: Reduce el estrés, mejorar la concentración o incrementar el bienestar emocional.
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Terapias más efectivas para el autismo
La psicoterapia nos enseña que existen enfoques terapéuticos y estrategias que pueden ayudar a los adultos a manejar sus síntomas y mejorar su calidad de vida, los enfoques principales son la terapia cognitivo conductual, la cual se centra en entender y modificar los patrones de pensamiento negativos y desarrollar estrategias de gestión emocional y el entrenamiento en habilidades sociales.
La terapia ocupacional es un apoyo para desarrollar habilidades para la vida diaria, mientras que la terapia familiar y de pareja, ayuda al paciente y a su entorno a entender el trastorno, además de mejorar la comunicación.
La terapia de aceptación y compromiso fomenta la aceptación emocional, desarrollando flexibilidad psicológica e identificación de valores personales. Y, la terapia corporal como modo para expresar y conectar con las emociones (un ejemplo es la arteterapia).
Es común que exista confusión entre el autismo y el retraso madurativo, ya que ambos pueden compartir ciertas características relacionadas con el desarrollo. Sin embargo, comprender sus diferencias es crucial para realizar un diagnóstico adecuado, esperamos que con este artículo hayamos podido ayudarte.
Fuentes:
- Autismo, ¿Qué es? (2020, enero 14). Fundacion ConecTEA – Juntos en el Autismo; FUNDACION CONECTEA.
- Pérez, J. C. N. (2002). Reseña de «Dificultades de aprendizaje e intervención psicopedagógica» de Jesús-Nicasio García Sánchez. Psicothema, 14(1), 186-187.
- ¿Qué es el autismo? (s/f). Autism Speaks. Recuperado el 19 de enero de 2025.
- Trastornos del espectro autista. (s/f). National Institute of Mental Health (NIMH). Recuperado el 19 de enero de 2025.