Carl Jung: Biografía y quién fue

Carl Gustav Jung es considerado una de las figuras más reconocidas e influyentes de la psicología y la psiquiatría a nivel internacional, así como un referente fundamental en campos tan diversos como la filosofía, la sociología, el arte, la literatura o la religión comparada. Compaginó la práctica clínica con la investigación y fue también fue un prolífico ensayista.

En sus inicios fue un exponente clave en el establecimiento de las bases del psicoanálisis, aunque más adelante se separó para ser pionero de su propia teoría, la psicología analítica (también llamada psicología de los complejos o psicología profunda) que estudia los procesos inconscientes de la mente de las personas y cómo influencian en su vida consciente.

Algunos de sus conceptos más conocidos son el inconsciente colectivo, los arquetipos, la individuación y la sincronicidad.

Infancia

Carl Jung nació en en Kesswill (Suiza), el 26 de julio de 1875. Creció en el seno de una familia de origen alemán y sus padres provenían de dos importantes familias en su entorno. A los 4 años se trasladan a Basilea, donde Jung pasa el resto de su infancia y adolescencia. La religión fue algo muy presente es su vida ya que su padre, que era filólogo de formación, abandonó su carrera para convertirse en pastor luterano. Este hecho influiría de manera determinante en su obra más adelante.

Otro aspecto que también influyó de manera notoria fue que su madre pasara largas temporadas ingresada en diversas instituciones psiquiátricas debido a un trastorno disociativo  y otros trastornos mentales. Esto le dejó una herida de abandono y desconfianza hacia lo femenino que más adelante abordaría en su obra.

Tuvo un hermano mayor que murió al poco de nacer y una hermana que nació cuando él tenía nueve años, por lo que pasó la mayor parte de su infancia como hijo único.

Fue un niño solitario e introvertido, le gustaba jugar a su manera y que no le molestaran. En el colegio donde estudió interno, no tenía apenas amigos ya que fue víctima de envidias por parte de sus compañeros. Fue en esa época cuando empezó a sufrir frecuentes desmayos. Éstos siempre se manifestaban en situaciones sociales, que vivía con particular tensión.

También mostraba una profunda curiosidad intelectual desde edades muy precoces. Aprender era una importante fuente de estímulo para él, por lo que nunca se aburría. Su padre le empezó a enseñar latín cuando sólo tenía 6 años, lo que le conectó más adelante con la literatura antigua.

Otra de las características que definían a Jung era que siempre fue un niño muy soñador. En diversas entrevistas posteriores expuso que durante su infancia tuvo un sueño revelador que le transformó a futuro.

Soñó Jung en una edad temprana, que caía en un hoyo que le conducía hasta una cámara real en un lujoso palacio en el que un árbol con una temible apariencia humana le miraba imponente. Sintió pánico de que se le acercara y simultáneamente oía cómo su madre le gritaba que era el ogro devorador de hombres.

Se despertó aterrorizado y durante los años siguientes tenía miedo a dormir por si se repetía el sueño. Fue ya siendo adulto que entendió que ese fue el momento donde empezó inconscientemente su vida espiritual y asoció a ese sueño muchos conceptos relativos a religión, culturas ancestrales, mitología, representaciones oníricas, etc.

Juventud

Acabada la etapa escolar, Jung quería estudiar arqueología, pero dado que su familia no podía permitirse económicamente llevarlo a estudiar fuera de Basilea, tuvo que decantarse por una carrera que pudiera estudiar en su ciudad. Eligió estudiar medicina.

En la familia de Jung había sesiones espiritistas que le hicieron vivir situaciones que podrían considerarse paranormales, como la rotura por la mitad de una robusta mesa de nogal con diversos testigos sin que nadie la tocara. La exploración de los fenómenos ocultos fue también algo trascendental en su trayectoria posterior, y le condujo a investigar en su tesis doctoral: “Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos”, bajo supervisión de Eugen Bleuler.

Adultez y vida profesional

Con 25 años empieza como ayudante en el Hospital Psiquiátrico de la universidad de Zúrich, lo que le permite alejarse de Basilea y adentrarse de lleno en el mundo de la psiquiatría, que se convertiría también en su pasión. En cooperación con Bleuler, desarrolló el experimento de asociación, en el que estudiaba cómo ciertas palabras evocaban respuestas emocionales desadaptativas en las personas por asociación de ideas.

Al leer La interpretación de los sueños de Sigmund Freud, Jung se dio cuenta de que sus ideas concordaban con las suyas, por lo que le envió su trabajo de asociación de palabras.

Freud se convirtió a partir de entonces en mentor de Jung, y con el tiempo también en amigo, aunque durante su relación fueron apareciendo cada vez más desavenencias.

La interrelación con Freud duró hasta 1913, cuando las diferencias se hicieron insalvables entre ellos. Jung pensaba que Freud era demasiado rígido en sus criterios y también que carecía de formación filosófica, básica desde el punto de vista de Jung. Por otro lado, aunque ambos señalaban la importancia del inconsciente en el psiquismo humano, Freud defendía el inconsciente individual y Jung el colectivo. También hubieron importantes discrepancias en las teorías de la sexualidad, hecho que definitivamente les terminó por distanciar.

A partir de allí, y tras las puertas que se fueron cerrando por el alejamiento respecto a Freud, y la crisis personal que esto supuso, Jung decidió estructurar sus ideas de forma autónoma y creó su propia teoría: la psicología analítica.

Atendió el papel del alma en el conocimiento de la psique, y desarrolló conceptos fundamentales para la psicología como los arquetipos, el inconsciente colectivo, el análisis de sueños, los complejos psicológicos, las sincronías y la profundización en la teoría de la personalidad (introversión–extroversión).

A nivel más personal, Jung se casó con Emma Rauschenbach y tuvo 5 hijos. Su vida matrimonial no fue un camino de rosas, ya que hubieron relaciones extramatrimoniales por parte de Jung que desestabilizaron la pareja. Una de ellas fue con una paciente, lo que le colocó en el ojo del huracán dentro de los círculos psicoterapéuticos de la época.

A lo largo de su vida tuvo la oportunidad de realizar diversos viajes por los diferentes continentes, que nutrieron enormemente su mundo interno y también contribuyeron a la construcción de su obra.

Un final de vida sincrónico

Jung murió en 1961, a los 85 años. Curiosamente, en el momento justo de su fallecimiento, un rayo partió el árbol donde acostumbraba a descansar, hecho particularmente simbólico por el contenido de su obra.

A pesar de que su desarrollo teórico fue polémico y directamente criticado por sus amplias dosis de misticismo y espiritualidad, Jung llegó a ser vicepresidente honorario de la Asociación Alemana de Psicoterapia y uno de los psicólogos más significativos del siglo XX. Ha sido todo un referente y ha marcado líneas de influencia fundamentales para disciplinas tan diferentes como el arte, la literatura, el cine o la música, entre otros.

Algunas citas junguianas

Existen muchas citas de Jung que demuestran la sabiduría de sus aportaciones. Dejamos aquí unas cuantas de ellas a modo de reflexión:

• «Una persona no es lo que le sucedió. Es lo que eligió ser».
• «En cada uno de nosotros hay otro a quien no conocemos».
• «La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir».
• «El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman».
• «El fanatismo es una sobrecompensación de la duda».
• «Aquello a lo que te resistes, persiste».
• «Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta».
• «Nadie puede caer tan bajo a menos que tenga una gran profundidad».
• «Existen tantas noches como días, y cada una dura lo mismo que el día que viene después. Hasta la vida más feliz no se puede medir sin unos momentos de oscuridad, y la palabra feliz perdería todo sentido si no estuviese equilibrado por la tristeza».