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¡Hola a todas! Y bienvenidas a la segunda temporada al podcast para psicólogas de “De psicólogas para psicólogas”, creado por Eunip. En el episodio de hoy hablaremos sobre dificultades más habituales en terapia y cómo manejarlas. Estaremos acompañadas de Carlota Carrete, psicóloga del equipo de Somos Estupendas y profesora del Máster de psicoterapia integradora de EUNIP.
Como ya sabéis en esta temporada, el objetivo era centrarnos en conectar con lo que nos pasa como humanas siendo terapeutas todo ello desde un abordaje integrador.
A lo largo del episodio de hoy, hablaremos sobre algunos ejemplos de situaciones difíciles en terapia, la relación que esto tiene con la trasferencia y contratransferencia. Así como qué puede haber detrás de estas conductas de los pacientes.
Ejemplos de dificultades más habituales en terapia
Algunas de las situaciones que pueden ser percibidas como complejas en terapia, pueden ser que el paciente que tenemos delante no se encuentra motivado por estar en terapia, o no está dispuesto a hablar, se encuentra defendido o enfadado… En estas ocasiones, es importante poder manifestarlo, confrontándolo sin interpretar como que es un desagrado hacia nosotros.
Otras de las situaciones que pueden ser difíciles es que nos digan que somos muy jóvenes, o nos pregunten si hemos pasado por lo mismo que ellas, como para poder entenderlo. Esto puede sernos incómodo, pero es importante trasladar que la postura que adoptamos no consiste en haber tenido la misma vivencia. Si no para poder acompañar hacia sus objetivos desde un punto de vista diferente.
Si la persona identificara lo que le sucede nos puede ser muy útil el poder validar ese miedo que les hace tener esas dudas. Al final poder ver esas resistencias de los pacientes, nos da mucha información de desde donde viene.
Otros pacientes que pueden resultar complejos de gestionar, son aquellos que tienen dificultad para conectar con la parte emocional, con un pobre manejo de las emociones, manteniéndose siempre en lo cognitivo y racional. Si ahondamos en estos casos, podemos percibir elevado miedo al abandono, o a una parte autocrítica, o exigente.
Es por ello, que es fundamental que nos revisemos como terapeutas y que acudamos a espacios de supervisión desde donde nos acompañen y nos den otras perspectivas.
¿Tiene esto relación con la transferencia y contratransferencia?
Conectar con las emociones y las vivencias de las personas que tenemos delante puede suceder. Os dejamos el podcast sobre transferencia y contratransferencia para profundizar en el tema. Si bien es cierto, que sin «meterte en la misma ola» que el paciente. Este límite es necesario para que el paciente no perciba esa sensación de soledad ante su dificultad.
En caso de que sí que nos inunde esa emoción, y que sí que percibamos que la vivencia de la persona nos está tocando en nuestra parte más vulnerable, es necesario que el paciente pueda entender el porqué. Ser una buena psicóloga, pasa por mostrándonos auténticas y dándole esa explicación que permita al paciente situar que es lo que ha sucedido.
No olvidemos que somos personas más allá de terapeutas. Y que, por lo tanto, podemos encontrar dificultades habituales en terapia que nos hagan mostrar nuestras propias emociones. Guardarnos toda esa información que nos está llegando de nuestros pacientes, y que estoy sintiendo como terapeuta, no es una opción. No olvidemos que una de las cosas que más favorecen la conexión es la intimidad, vulnerabilidad, el acercarme a la persona desde la autenticidad.
Por ello, puede ser útil el que podamos anticiparle al paciente que puede ser que haya cosas que le traslademos y que no le gusten. Porque desde ese punto de seguridad, le vamos a permitir ser y generar esa conexión.
Desde aquí nos podemos liberar de esa presión de dar técnicas y herramientas nuevas para gestionar y centrarnos en poder generar esa conexión y ese vínculo que es tan sanador en terapia.
¿Cómo puedo gestionar cuando veo que juzgo a mi paciente?
Valorar la transferencia y contratransferencia que nos generan nuestros pacientes cuando nos plantean creencias totalmente opuestas a las que nosotras tenemos es fundamental. Es por ello, que es necesario supervisarlo, sin necesidad de que sea en un espacio tan formar y dirigido. Si no al menos que lo pueda compartir dentro del espacio.
De esta manera puedo averiguar que me está generando ese paciente concreto, o esa forma que tiene de comunicarse o ese tema concreto que me hace difícil estar libre de juicio.
No es necesario que podamos estar de acuerdo con lo que nuestro paciente nos traslada, sino valorar si podemos llegar a aceptar esas creencias de esos pacientes. Porque puede ser que ese tipo de problemática o perfil nos sea complicado mantener en tratamiento libre de juicio.
Cuando percibimos que no podemos estar libre de juicio, necesitamos derivarlo a un profesional que pueda aceptarle y trabajar desde ese espacio de profesionalidad.
¿Qué hacer cuando nos cuesta gestionar estas dificultades más habituales en terapia?
Puede haber situaciones muy difíciles, que iremos gestionando conforme vayamos pudiendo. Existen muchas dificultades tan amplias como pacientes podemos tener.
Algo importante es que podamos actuar desde nuestro lado humano. Desde esa autenticidad que nos permite potenciar nuestros intereses, porque cada una de nosotras vamos a poder tener unos límites diferentes y ahí está el valor de la derivación.
Es fundamental poder comprender qué es lo que hay detrás de esas situaciones complejas que vivimos, para poder entender como nos afecta y qué dinámicas se están creando dentro de ese espacio terapéutico. Porque recordemos que las psicólogas no solo somos las eternas estudiantes.
A pesar de que en ciertos momentos haya casos que nos pongan nerviosas, no pasa nada. Siempre está la posibilidad de derivar, y en algún momento si lo trabajas y te revisas, dejará de removerte y generarte todo ese malestar. De esta manera podrás gestionarlo desde la calma, teniendo en cuenta esas sensaciones y emociones que aparecen.