Esquizofrenia: Diagnóstico y tratamiento

El tratamiento de la esquizofrenia y su diagnóstico, requiere un plan centrado en el paciente desde un punto de vista integrador.

Para aliviar los síntomas y mejorar el funcionamiento del paciente con esquizofrenia, el tratamiento ha de integrar elementos farmacológicos y no farmacológicos, abordar las barreras para la adherencia al tratamiento y que la red de apoyo del paciente esté involucrada. 

En la actualidad, no hay una cura para la esquizofrenia, pero se puede tratar con medicación y terapia. Los medicamentos son necesarios para controlar los síntomas y mejorar su capacidad de disfrutar de la vida. La tecnología médica se está desarrollando rápidamente y existe la esperanza de desarrollar mejores medicamentos.

¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?

El diagnóstico de la esquizofrenia puede ser un proceso largo y complicado debido a la naturaleza de los síntomas. Obtener un diagnóstico preciso ayuda a encontrar el tratamiento adecuado y tener acceso a atención continua.

El proceso del diagnóstico de la esquizofrenia puede llevar bastante tiempo, por lo que es útil comprender los pasos involucrados. Comprende la evaluación de la historia completa del paciente, seguida de un examen del estado físico y un examen del estado mental.

Elementos de la historia del paciente

La toma de historia clínica para diagnosticar esquizofrenia incluye:

  • Historia de la enfermedad, cronología.
  • Historia psiquiátrica previa.
  • Historia de consumo de sustancias.
  • Condiciones de salud actuales y posibles causas orgánicas de la psicosis.
  • Historia de enfermedades psiquiátricas en la familia.
  • Circunstancias de vida, relaciones y factores culturales o estresores.
  • Complicaciones durante el parto, trauma, abuso y experiencias de vida.

Examen físico

Evalúa la apariencia en general, la higiene y el autocuidado. Además, se incluyen evaluaciones neurológicas, cardiovasculares, respiratorias y exámenes para identificar si hay infecciones. También es importante evaluar los signos vitales y metabólicos debido a los riesgos y efectos secundarios de ciertos medicamentos antipsicóticos.

Examen del estado mental

El examen del estado mental incluye la evaluación de varios aspectos:

  • Apariencia descuidada o las conductas impredecibles.
  • Actividad psicomotora agitada o catatonia y el habla (desorganizada o incoherente).
  • Las funciones cognitivas, como la memoria, la atención y la orientación.
  • El estado de ánimo y afectivo y el contenido del pensamiento, para detectar la presencia de delirios.
  • Anomalías perceptuales como alucinaciones.
  • Riesgos de suicidio, autolesiones y conductas agresivas.

Evaluación clínica

La esquizofrenia es un diagnóstico clínico que necesita pruebas de evaluación específicas. La Asociación de Psiquiatría Americana recomienda que se evalúen a los pacientes tanto con pruebas clínicas y cuantitativas (tests).

Pruebas clínicas

En el diagnóstico de la esquizofrenia, se recomienda realizar una serie de pruebas, como por ejemplo, un hemograma completo para detectar anemia o infecciones que imiten los síntomas de la esquizofrenia.

Un panel de química sanguínea para evaluar neutrófilos, electrolitos, función renal, hepática y la hormona estimulante de la tiroides, ya que los síntomas del hipotiroidismo pueden parecerse a determinados trastornos psiquiátricos. Un electroencefalograma y un escáner cerebral pueden ser necesarios para descartar trastornos convulsivos.

Escalas psicométricas

Esta evaluación tiene como objetivo identificar la gravedad de los síntomas, necesario para determinar los objetivos del tratamiento del paciente esquizofrénico. Algunas escalas de calificación cuantitativa que se pueden utilizar en la evaluación incluyen:

La Escala de Síndrome Positivo y Negativo para la esquizofrenia (PANSS). Se utiliza para medir la gravedad de los síntomas en pacientes con esquizofrenia y para monitorear la mejoría. Existen dos versiones: la PANSS-30 y la PANSS-6. La PANSS-30 es una herramienta completa que incluye 30 ítems, subdivididos en síntomas positivos, negativos y psicopatología general. La PANSS-6 es una versión más corta, que se centra en 6 ítems esenciales.

La Escala Breve de Calificación Psiquiátrica (BPRS), evalúa los síntomas positivos, negativos y afectivos/ansiosos de personas con trastornos psicóticos. Contiene 18 ítems y es conocida por su utilidad en la evaluación de los cambios de los síntomas a lo largo del tiempo.

La Escala de Impresión Clínica Global (CGI-esquizofrenia), que evalúa la impresión global del paciente en cuanto a la gravedad del cuadro clínico y mejoría del cuadro debida a las intervenciones terapéuticas.

Tratamiento de la esquizofrenia

Tratamiento para la esquizofrenia

Más de la mitad de las personas diagnosticadas con esquizofrenia presentan múltiples comorbilidades, tanto psiquiátricas como médicas. Los tratamientos de la esquizofrenia están enfocados en apoyar a las personas para que gestionen sus síntomas, mejoren su funcionamiento cotidiano y logren objetivos personales, finalizar sus estudios, avanzar en su carrera y disfrutar de relaciones plenas.

El tratamiento de la esquizofrenia requiere de una integración de enfoques médicos, psicológicos y psicosociales y es más efectivo cuando se realiza por un equipo multidisciplinar que incluya médico, un psicólogo, un trabajador social, una enfermera y un orientador vocacional.

Otras opciones incluyen la terapia familiar, la psicoeducación y la terapia grupal. Además, existen enfoques alternativos como las terapias de arte y drama, danza y música, terapia asistida por animales y la atención plena (mindfulness).

Medicación para la esquizofrenia

Diferentes medicamentos afectan a diferentes receptores y, debido a que cada uno es único, afectan a cada persona de manera diferente. Las personas pueden necesitar diferentes dosis del mismo medicamento, y algunos pueden responder mejor a ciertos medicamentos que a otros.

Tratamiento médico y farmacológico

La primera opción de tratamiento de la esquizofrenia para las alucinaciones son los medicamentos antipsicóticos, que pueden reducir rápidamente la gravedad de los síntomas. Solo el 8% de los pacientes en su primer episodio siguen experimentando alucinaciones leves a moderadas después de un año de tratamiento continuado.

Medicamentos como olanzapina, amisulprida, ziprasidona y quetiapina son igualmente efectivos contra las alucinaciones, mientras que el haloperidol podría ser ligeramente inferior en cuanto a efectividad. Si el medicamento elegido no proporciona una mejora adecuada, lo mejor es considerar un cambio de medicación después de 2 a 4 semanas de tratamiento.

La clozapina es la opción preferida para pacientes resistentes a dos antipsicóticos. Los niveles en sangre deben estar entre 350-450 μg/ml para lograr un efecto máximo. Para prevenir recaídas, la medicación debe continuar con la misma dosis.

Se desconoce el mecanismo exacto por el que funciona la medicina antipsicótica. Esta es un área importante de la investigación actual. Una creencia es que los síntomas psicóticos están relacionados con la hiperactividad en el cerebro del neurotransmisor dopamina. Se cree que los medicamentos antipsicóticos reducen la actividad de la dopamina en la hendidura sináptica.

Lo hacen bloqueando los receptores de dopamina, es decir, evitando que la dopamina se adhiera a los receptores. Estos medicamentos también pueden afectar a varios otros neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina, la norepinefrina y el glutamato. El propósito general del tratamiento antipsicótico es restaurar el equilibrio químico del cerebro.

En el campo médico también se puede tratar la enfermedad con estimulación magnética transcraneal (EMT), para disminuir la frecuencia y severidad de las alucinaciones auditivas.

Tratamiento psicoterapéutico

Además del tratamiento farmacológico, las terapias psicosociales desempeñan un papel fundamental en el manejo de la esquizofrenia. El objetivo de estas terapias es mejorar el funcionamiento del paciente en su comunidad, lo que puede traducirse en una mejora clínica, como la disminución de recaídas o hospitalizaciones. Existen numerosas pruebas que respaldan la efectividad de estas intervenciones, que incluyen terapia cognitivo-conductual (TCC) para la psicosis y el entrenamiento en habilidades sociales.

El éxito de la TCC depende de la reducción de las evaluaciones catastróficas, lo que disminuye la ansiedad y el malestar concurrente. La TCC tiene como objetivo reducir el malestar emocional asociado con las alucinaciones auditivas y desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento y manejo de las emociones.

¿Cómo tratar a un paciente con esquizofrenia?

Para las personas que conviven con pacientes con esquizofrenia, una de las mejores recomendaciones es aprender sobre la enfermedad. El apoyo de las personas cercanas constituyen parte fundamental del tratamiento de la esquizofrenia. A continuación se enumeran algunas recomendaciones:

  • Es posible que la persona no sea consciente de su enfermedad. Esta falta de conciencia (anosognosia) se debe a la falta de capacidad de introspección y requiere que aceptemos, desde la empatía, su punto de vista.
  • Prestar atención a los desencadenantes y tratar de evitar las situaciones que desencadenan los síntomas, causan una recaída o alteran sus actividades normales.
  • Mantener la calma al responder: para los pacientes esquizofrénicos, las alucinaciones son percibidas como algo real, por lo que no es útil decirles que son irreales. Es importante ser respetuoso, pero sin permitir comportamientos peligrosos o inapropiados.
  • Asegurarse de que siguen las pautas de medicación: algunos pacientes pueden pensar en dejar la medicación cuando se sienten mejor o si no les gustan los efectos secundarios. Hay que animarles a tomarla para prevenir que los síntomas vuelvan o empeoren.
  • Ayudar a evitar las drogas o el alcohol, pues empeoran los síntomas de la esquizofrenia y pueden desencadenar psicosis.

Fuentes:

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Colegiada con número M-35485. Isabel es psicóloga especializada en la terapia EMDR y trauma complejo, mindfulness, compasión. Además, forma parte del equipo de psicólogas de Somos Estupendas.

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